Si le preguntamos a nuestras madres o abuelas sobre si debemos o no consumir leche, queso y derivados lácteos seguramente su respuesta seria un rotundo si, tradicionalmente se ha valorado el consumo de leche y sus derivados por aporte de proteínas, grasas, hierro, fósforo, vitaminas y calcio que provienen de su ingesta.
Muchos especialistas han vinculado el consumo no controlado de leche, queso y productos relacionados con enfermedades alérgicas, cardiovasculares e incluso diabetes. Aunque no se puede afirmar que son la causa principal de este tipo de enfermedades, esta claro que aquellos pacientes que las padecen deben disminuir o suprimir el consumo de lacteos.
Recomendaciones sobre el consumo de Leche y sus derivados: